Vida y obra Entre 1937 y 1938 ejerció el cargo de agregado cultural en la embajada de España en Washington D.C. (EE.UU.). Tras la Guerra Civil (1936-1939) se exilió en México, donde desempeñó los puestos de bibliotecario del Colegio de México y secretario del Centro de Estudios Sociales, y trabajó para organismos como la Comisión Económica para América Latina y el Caribe. Pasó estancias también en Chile. En 1944 emprendió la dirección de la revista Litoral. Autor de los poemarios Tesoro de romances españoles (1939), La rama viva (1940), Pasión primera y otros poemas (1941), Romancerillo de la fe (1941), Las cien mejores poesías del destierro (1945), Oaxaca, notas y poemas de viaje (1945), Los laureles de Oaxaca (1948), Jornada hecha. Poesía: 1934-1952, Poemas mejicanos (1958) y Llanto con Emilio Prados (1962). Volvió a España tras el final de la dictadura franquista.