(Teruel, ¿,? – ¿,?, 1272). Prelado de la Orden del Císter. Obispo de Albarracín (Teruel, 1246). En 1247, protegido por el rey Jaime II el Justo (1291-1327), entró en Segorbe (Castellón), donde erigió una iglesia, convirtió la mezquita en catedral y fijó la presencia en dicha catedral –al igual que en la de Albarracín–, de doce canónigos, un deán, un arcediano, un tesorero y un preceptor. Tras diversos enfrentamientos con el arzobispo de Valencia, Arnao de Peralta, fue obligado por éste a abandonar la sede de Segorbe, lo que suscitó la oposición papal. éste conflicto fue resuelto con la concesión por Alejandro IV (1254-1264) de la Buia de Agnani...